Él es Jesús

Nosotros

Jesús es el centro de todo lo que hacemos en la Iglesia Pentecostal Unidad Latinoamericana (IPUL). Cantamos, Oramos y Predicamos en su poderoso Nombre. Toda nuestra vida se centra en Jesucristo, reconocemos y proclamamos que Él es Dios, y entendemos que mediante el conocimiento de su palabra y de su infinita Gracia podemos obtener vida eterna. Si aún no conoces a Jesús, te invitamos a sentir la maravillosa experiencia de caminar con Él en tu vida, porque Jesús es El camino, la verdad y la Vida. (Juan 14:6).

Como institución

En México

Somos la Iglesia de Jesucristo

Por cuanto es la voluntad de Dios sacar del mundo un pueblo salvo para la Gloria de su Nombre, pueblo que constituye la iglesia de Jesucristo, la cual debe estar edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. (Ef. 2.20; 1 Co. 3.11).

Por cuanto se hace necesaria la permanente comunión entre los miembros de la iglesia; impartir consejos y ser instruidos en la Palabra de Dios para la obra del ministerio, y para el ejercicio de los oficios espirituales provistos en la Biblia.

Nos reconocemos miembros del cuerpo de Jesucristo, y por lo tanto hermanos en la fe, todos los que profesamos los mandamientos establecidos por el Espíritu Santo en el libro de los Hechos de los Apóstoles:

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hch. 2.38-39).

Declaramos esforzarnos para guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, profesando nuestra adoración a un solo Señor y Dios, poniendo en práctica: Una fe y Un bautismo, ya que tenemos un solo Dios y Padre de todos en todos:

Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos.” (Ef. 4.3-6).